¡Qué bello es el poema perdido!
Aquél que no dice ni se compromete,
el que en todo los libros ha vivido,
el que se siente y no se siente.
¡Qué bello es el poema perdido!
El que no se ha escrito nunca,
el que con amor ha sido leído,
el que se relata y no se escucha.
¡Qué bello es el poema perdido!
El que nunca el poeta ha escrito,
el que se escribió y sólo ha vivido,
el que murió en un pequeño manuscrito.
¡Qué bello es el poema perdido!
Aquél que se compuso en un bosque silencioso,
aquél que escribió en poeta dormido,
aquél que contó ese juglar mentiroso.
¡Qué bello es el poema perdido!
Aquél que nació en un sueño olvidado,
aquél que vivió en la mente de un poeta caído,
aquél que nació muerto, pero muy amado.
¡Qué bello es el poema perdido!
Porque todos los poemas creados
por poetas poco conocidos,
quizá sean los poemas más amados
y también los más perdidos.
ÁNGEL SANZ GOENA
Ráfagas de luz sobre un poeta
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