Dime lo que siempre sientes.
Dime que es lo que vive en tí.
Dime, de verdad, que nunca me mientes.
Dime que estás enamorado de mí.
Dime, por favor, que aún me amas.
Dime, por favor, que no me has olvidado.
Dime, por favor, que no soy una extraña.
Dime, por favor, que siga a tu lado.
Miro al cielo desolado
con la mirada de mi dolor cautivo
por la amargura que vive mi vida
en sentir que nuestro amor está seducido.
Aunque estás a mi lado siempre
nunca te siento cerca.
Mas bien, te siento lejano, triste,
con la mirada perdida, suelta.
Dime qué nos ha pasado
cuando mi generoso corazón,
unas veces apasionado
y otras de profundo amor,
por ti todo ha dejado
y ha luchado por nuestro viaje de amor.
¡No rompas tan bellos lazos!
Porque creerás encontrar un gran amor.
Y cuando se cansen los otros brazos
comprobarás que sólo era pasión.
Entonces buscarás lo que perdiste,
a quién siempre te amó.
A quien siempre estuvo a tu lado, aún triste.
A quién luchó por el compromiso de los dos.
¡ Lucha por aquel amor iniciado !
Aquel que los dos creamos.
Ese grandioso amor generado
por el compromiso de dos seres enamorados.
ÁNGEL SANZ GOENA
Ráfagas de luz sobre un poeta
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