Fundada por Alonso Pérez de Guzmán, duque de Medina Sidonia, recibió el título de ciudad, en 1876, por Alfonso XII. De su blanco caserío sobresale la ermita de Santa Ana, levantada sobre una colina en 1774.
Las Capillas del Santo Cristo y del Niño así como la Iglesia de San Juan Bautista y la de Jesús el Nazareno.
Esta muestra no es solamente la única de interés artístico de Chiclana, ciudad partida en dos por el cauce de un río, el IRO, que vierte sus aguas en el Atlántico.
El caserío se articula en torno a la calle de la Vega, que arranca en la alameda del río, muy hermosa y recientemente construída, con kiosko de música, bancos, jardines y fuentes, abriéndose a una pequeña plaza en donde está el Ayuntamiento de la ciudad. En la ottra orilla se halla el Sanatorio, popular bodega, visitada por propios y extraños, para degustar los vinos de Chiclana entre hileras de barricas de madera.
Una carretera conduce a la playa de la Barrosa de 8k. de extensión, considerada de las mejores del litoral español. La zona, urbanizada, está poblada por apartamentos y chalés, lo que le dá una gran animación todo el año pero especialmente en verano.
Junto a la Barrosa se ha levantado un importante complejo turístico, Novo Sancti-Petri, con campo de golf y varios hoteles de lujo junto al mar.
Fotos tomadas en mis vacaciones por Cádiz y Pueblos Blancos en Agosto de 2.012
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