El entorno serrano ha dado riqueza de fauna a Grazalema, donde se pueden ver cabras montesas, y en cuyo cielo señorean ejemplares de águilas reales y buitres leonados, mas no es esto solo lo que daría el perfil de estos parajes.
El clima singulariza la zona con sus inviernos tan fríos que cubren con nieve los tejados con su caserío; tan lluviosos sus otoños y primaveras que hacen de este lugar el de mayor pluviosidad de España.
Así pues, lluvias intensas, fríos inmoderados y veranos meridionales que atempera la altura y el frescor de la sierra, han hecho posible su flora singular en la que destaca una especie de árbol muy poco común, el pinsapo, variedad de abeto que, además de en estas sierras se da en los lejanos Urales.
Cuenta Grazalema con importante patrimonio artístico, en el que destacan su Iglesia de la Encarnación, del siglo XVII, la Iglesia de la Aurora, de estilo neoclásico. La Iglesia de San José, un viejo convento carmelita, tiene influjos árabes. Mas no son solo sus atractivos turísticos su caserío embellecido ni su importante patrimonio artístico, interensantísimo es el medio natural del lugar, en donde nace el río Guadalete, que puede visitarse, el bosque de pinsapos o la ermita de la Garganta. Tambiés es ideal para la práctica del alpinismo o el ala delta, desde el Puerto de las Palomas; o la espeleología en las muchas cuevas de los alrededores.
De extraordinaria calidad son sus mantas, de pura lana, confeccionadas en Grazalema desde tiempo inmemorial, como su repostería, especialmente sus dulces de almendra, amarguillos y cubiletes. Quienes han ido una vez suelen volver a este paraíso increible.
Fotos tomadas en mis vacaciones por Cádiz y Pueblos Blancos en Agosto de 2.012
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