ESPAÑA YA SABE A POCO
REAL ZARAGOZA Y MARCELINO, GRANDES DE EUROPA
SUFRIR EN LIEJA (1964)
El siguiente rival en salirle al paso a los zaragocistas fue el Lieja. El cuadro belga, fundado en los finales del siglo XIX, había dejado en la cuneta al Arsenal inglés y al Brno de Ostrava. No tenía internacionales, pero estaba cuajado de experiencia y poderío físico. Además, andaba con la moral subida en los tejados y no estaba dispuesto a dejarse pisar el cuello.
La directiva del Lieja le proporcionó a la expedición zaragocista un alojamiento infame. El hotel "La Corona" no tenía baño en las habitaciones y presentaba algunas deficiencias más.
El lo deportivo, el partido, que se celebró el 22 de Abril de 1964, pasará a la historia por servir de bautizo a la famosa delantera de "Los Magníficos". Ramallets alineó en el Rocourt Stadion ( con una capacidad para diez mil espectadores) a Canario, Santos, Marcelino, Villa y Carlos Lapetra por primera vez juntos. Cardoso; Cortizo, Pepín, Reija; Isasi y Páis completarion las líneas.
Como todos temían, el Lieja resultó un rival áspero, brponco y muy codicioso. Encima el árbitro de la contienda, el alemán Kreinstein, estuvo muy complaciente con los locales. Permitió una alevosa agresión de Wegria sobre Santos. El mismo Wegria haría el gol de la victoria, anque antes el colegiado anuló un gol a Carlos Lapetra, legal a todas luces.
El partido en La Romareda se presumía terrible y, desgraciadamente, cumplió las expectativas. El Lieja, nada más comenzar la contienda, se adelantó por mediación de Soulon. El Real Zaragoza encajó el golpe en frío y anduvo errante durante muchos minutos. Al descanso se llegó con la victoria belga.
Los pájaros de la tragedia sobrevolaban La Romareda cuando Santos, de tiro cruzado, hizo el gol del empate. A falta de trece minutos, Carlos Lapetra logró el tanto de la victoria en el partido y bien pudo Santos sentenciar, pero el penalty que lanzó, a falta de ocho minutos para el pitido final, lo paró el cancerbero belga. Empate en la eliminatoria. Esto no había terminado, tenía prolongación cuarenta y ocho horas más tarde, en Valencia, ya que por entonces, el valor doble de los goles en campo contrario no se había estrablecido.
A la ciudad del Turia fueron belgas y aragoneses a dilucidar su boleto para la final dela Copa de Ferias. El equipo zaragocista que ya estaba dirigido por Luis Belló, sustituto del cesado Ramallets, apretó dientes y pensó que la tercera era suficiente para seguir aguantando a los belgas. Belló alineó a los siguientes hombres: Yarza; Cortizo, Santamaría, Reija; País, Pepín; Santos, Duca, Marcelino, Villa y Carlos Lapetra.
En aquel encuentro Carlos Lapetra anduvo de nuevo con el fajín de general. El "once" de la melena rubia sacó su batuta y se puso a compener una auténtica sinfonía. Le siguió todo el equipo y el Lieja desapareció del mapa. Duca y Santos hicieron los goles. Con el Valencia, la final de la Copa de Ciudades en Feria era española.
Antonio Valencia, maestro de periodisas, escribió en MARCA: " con la Copa de Ferias, esta competición lleva camino, un año más, de ser tan española como un pasodoble de Gallito".
Continuará..........
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