ESPAÑA YA SABE A POCO
REAL ZARAGOZA Y MARCELINO, GRANDES DE EUROPA
CAMPEÓN CON TODOS LOS HONORES. (1964)
Las bisagras del legendario Yashine todavía se encontraban en el hospital tras ser seriamente averiadas por el zaragocista Marcelino, Europa hablaba español y asistía sorprendida ante la hegemónica manera hispana de concebir el fútbol. Todo olía a castañuela, a olé, a Plan de Desarrollo y a jota.
En Barcelona hacía un calor pegajoso, mortificante. Pero no importó nada. Cientos, miles de seguidores del Real Zaragoza y del Valencia se dieron cita aquella tarde del 24 de junio en las radiantes gradas del Camp Nou.
Y rugieron a la salida de los equipos. Éstos, a las órdenes del colegiado portugués Campos, se alinearon de la siguiente manera en tgan memorable fecha:
VALENCIA: Zamora; Arnal, Quincoces, Videgañy; Paquito, Roberto; Suco, Guillot, Waldo, Urtiaga y Ficha.
REAL ZARAGOZA: Yarza; Cortizo, Santamaría, Reija; Isasi, Pepin; Canario, Duca, Marcelino, Villa y Carlos Lapetra.
El primer tiempo, durante buena parte del mismo, fue de tanteo. Uno y otro equipo desconfiaban y nadie se atrevía a alzar la voz. Los mejores hombres del rival eran atados por sus respectivos pares. El minutero estaba llegando a su fin cuando Marcelino, en jugada repetida y realizada mil veces, cabecea a los pies de Juan Manuel Villa para que el sevillano, certero, pegase un tremendo pelotazo, que fue a estrellarse en la red de Zamora.
Nada más sacar de centro, los valencianos tocaron a rebato: lanzamiento en tromba de los blancos y Yarza no puede hacer nada ante un disparo a bocajarro de Urtiaga. De nuevo tablas y emoción.
El segundo tiempo siguió por el mismo sendero que la fase anterior, uno y otro equipo, de reojo, relantizaban sus movimientos.
Por fin, el Real Zaragoza abrió los ojos e infló el pecho. Carlos Lapetra observó que Marcelino se encontraba en buena posición y envió un balón de dulce al delantero gallego. Éste, como días antes frente a Rusia, creyó que el valencianista Zamora era el meta moscovita y lanzó un terrible misil, que fue a morir en las mallas levantinas.
El campo se vino abajo de banderas zaragocistas y aragonesas. El Real Zaragoza campeón. El "León del Ebro" había tocado la gloria con sus dedos y se percató que ésta no era un sueño.
¡¡¡¡¡ CAMPEONES COPA DE CIUDADES EN FERIA DE 1.964 ¡¡¡¡
Continuará.........
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