Inútilmente, como tantas veces,
como siempre, dirás lo inaprensible.
Se quiebra la palabra antes de hacerse
capullo solamente, sin que alcance
el abrirse total de la corola,
y se queda en perfume doloroso
son llegar al sedante de la entrega.
Con vaguedad de sueño
y precisión de espina;
distante como un astro aún no llegado,
presente como un ala que despierta
al espacio y al vuelo;
sonoro como océano invisible
pero con barcos que a la rada llegan
fantasmalmente y como presentidos;
más allá del amor y de la música,
en el filo de carne y ultramundo,
en la puerta irreal - Verdad y Sueño -,
aparece en el alma. Y nos la hiende
con sus surcos de sangre y sol y noche.
¿ En qué zona es dolor y en cúales dicha ?
¿ Dónde madura el germen de esta aurora ?
¿ En qué magia de azul se abre esta estrella ?
¿ En qué cima de trino este infinito ?
No te esfuerzes, poeta:
inútilmente, como tantas veces,
como siempre, dirás lo inaprensible.
JUAN BAUTISTA BERTRAN
Entre silencio y vuelo 1952
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