Cansado de los besos que no me dabas,
lívido por exceso de sangre fría,
desanudé los nudos que amordazaban
la boca del embudo de la alegría.
Porque invertir en latas de sopa boba
es como barnizar el propio ataúd,
te hubiera dado más de lo que me robas
le dije al norte cuando me fuí pa`l sur.
Con dos o tres metáforas en la nunca
y una gota de plomo en el lacrimal,
mi duelo del cuá-cuá en el pato Lucas
rodó por los baretos de la ciudad.
¿ Qué queréis?, aprendí a malvivir del cuento
pintando autorretratos al portador,
si faltan emociones me las invento,
la madrugada no tiene corazón.
La salsa de tomate de las heridas
se corta con un chute de vanidad,
los pájaros no saben de despedidas
ni dejan prisioneros cuando se van.
La cresta de los gallos sin gallinero
pa`l caldo del puchero del día después,
ayer no me querías, hoy no ter quiero,
mañana no tendremos a quien querer.
Con dos o tres metáforas en la nunca
y una gota de plomo en el lacrimal,
mi duelo del cuá-cuá en el pato Lucas
rodó por los baretos de la ciudad.
¿ Qué queréis?, aprendí a malvivir del cuento
pintando autorretratos al portador,
si faltan emociones me las invento,
la madrugada no tiene corazón.
JOAQUÍN SABINA
Dímelo en la calle 2002
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