Quiero que mis poemas tengan hueso
y estructuras de piedras palpitantes:
verlos siempre de pie ( torres errantes
de la vida y el hombre) por su peso.
Capaces de ser bala y de ser beso,
cantos de paz o puños resonantes,
azules como el rayo o verdeantes
como olivo maduro..... Que su espeso
son a metal, colmena o bosque herido,
suba desde mi sangre, tensamente,
otro labio desierto o perseguido.
¡ Versos con alma y versos con simiente,
con atléticos hombros y un erguido
pueblo de corazones por su frente !
MARCOS ANA
Poemas de la prisión y la vida
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