ESPINAS, vidrios rotos, enfermedades, llanto
asedian día y noche la miel de los felices
y no sirve la torre.ni el viaje, ni los muros:
la desdicha atraviesa la paz de los dormidos,
el dolor sube y baja y acerca sus cucharas
y no hay hombre sin este movimiento.
no hay natalicio, no hay techo ni cercado:
hay que tomar en cuenta este atributo.
Y en amor no valen tampoco ojos cerrados,
profundos lechos lejos del pestilente herido,
o del que paso a paso conquista su bandera.
Porque la vida pega como cólera o río
y abre un túnel sangriento por donde nos vigilan
los ojos de unas inmensa familia de dolores.
PABLO NERUDA
1904-1973
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