Mientras el ser humano
no entienda el respeto por sí mismo
y por los demás;
no eleve su mirada
supere sus propios miedos,
reconozca su ignorancia,
acepte su limitación, capacidad y fracaso
respete culturas, religiones y razas,
seguirá siendo un hombre inferior.
Mas cuando el ser humano
sea consciente de su valor,
acepte el riesgo,
se guíe de sus intuiciones y percepciones,
crezca con la Ley de la Naturaleza,
abra su imaginación,
equilibre sus emociones
y anhele ser uno con el Universo,
comenzará su nuevo camino
por los bellos horizontes
del Conocimiento
de la Sabiduría
y del Amor de la Creación.
Y nacerá en él
la confianza del Hombre Superior,
trazando su camino verdadero
por los Horizontes Alados de la Inmortalidad.
ÁNGEL SANZ GOENA
Ráfagas de luz sobre un poeta
No hay comentarios:
Publicar un comentario