Presa en su exactitud,
Inmóvil regalándote,
A un poder te sometes
Férvido, que me invade.
¡Amor! Ni tú ni yo,
Nosotros, y por él
Todas las maravillas
En que el ser llega a ser.
Se colma el apogeo
Máximo de la tierra.
Aquí está: la verdad
Se revela y nos crea.
¡ Oh realidad, por fin
Real, en aparición!
¿ Que universo me nace
Sin velar a su dios ?
Pesa, pesa en mis brazos,
Alma fiel a un volumen.
Dobla con abandono,
Alma, tu pesadumbre.
JORGE GUILLÉN:
Cántico, 1950
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