SEPA usted que en mi casa vivo solo,
y no es posible que alguien haya dado
esta luz que ahora veo en la ventana.
¡ Espere, por favor !... Ya se alejaron
los alborotadores de la noche,
y quisiera tener alguien al lado.
Aunque tal vez a usted otros le esperan,
y yo le canso aquí.... ¿No? ¡ Gracias ! Claro
que a usted no le sorprende ni le inquieta
ver luces encendidas en mi cuarto.
... Es verdad, vivo solo y hace frío
al mirar los espejos derribados
por la sombra. ¡ Y como le agradezco
que me escuche un momento! Pero acabo.
No obstante, si supiera cuánto temo
la luz que han alumbrado
en mi casa vacía..... ¿ Qué hace usted?
¿Cómo puede saber que estoy cansado,
y me pone su mano transparente
sobre el hombro? ¿ Por qué se está empeñando
en que debo subir y abrir la puerta
y recorrer mi casa, y decir alto
el nombre que perdí?.... ¡ No, no se vaya !
¿ Por qué usted....? ¿ Por qué Tu me ayudas tanto ?
ENRIQUE BADOSA
Poesía 1956-1971
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