A solas en tí mismo, acaso nos descubras
la vastedad del tiempo de las fuentes
crecidas para nadie,
el rigor de quien va junto a los muertos,
y todo lo que lleva a que pidamos
el tedio como el pan de cada día.
Pero no te hallas solo ni sabes lo que dices.
Pleno de ti, cansado de ti mismo,
hombre de amor solemne y acosado,
¿ qué nos darás que alumbre y que proteja ?
Regresa a nuestra casa, no perdures
en el mal que te hicieron. Y no digas
que se te abandonó ya para siempre.
ENRIQUE BADOSA
Poesía 1956-1971
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