AMOR MÍO, el invierno regresa a sus cuarteles,
establece la tierra sus dones amarillos
y pasamos la mano sobre un país remoto,
sobre la cabellera de la geografía.
Irnos¡ Hoy¡ Adelante, ruedas, naves, campanas,
aviones acerados por el diurno infinito
hacia el olor nupcial del archipiélago,
por longitudinales harinas de usufructo!
Vamos, levántate, y endiadémate y sube
y baja y corre y trina con el aire y cOnmigo,
vámonos a los trenes de Arabia o Tocopilla,
sin más que transmigrar hacia el polen lejano,
a pueblos lanciantes de harapos y gardenias
gobernados por pobres monarcas sin zapatos.
PABLO NERUDA
1904-1973
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