Me duele el corazón, si es que lo tengo,
si me has dejado algo, aquí, en el pecho,
o duéleme el vacío en el desecho
lugar del corazón. Te vas, yo vengo
a mi, desesperadamente sólo,
verde otra vez la flor de mi locura,
zarza ardiente de luz y desventura
por ilusión tendida, polo a polo.
Vi tus manos y dije: aquí florecen
corazones de tacto delicado.
Puse en ellas mis labios, mi costado
y el alma desnudada. Hoy perecen
de pena y desamparo en tus cortezas,
puras quizás, más ásperas y hostiles.
Me he roto yo, se han roto tus abriles
y se me van quebrando tus bellezas.
A mares te he querido (y aún te quiero)
He seguido tus ojos. Te he seguido
el rastro como un perro. Mi latido
sonó siempre en tu pecho prisionero.
MARCOS ANA
Poemas de la prisión y la vida.
1 comentario:
Un trabajo hecho con honestidad.
Que además me ha servido para preparar parte de untrabajo apa un homenaje a Marcos Ana.
Gracias.
Salud, saludos y a vuestra disposición.
Alfonso
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