¿Mis años?, siglos ya..... Rueda abatido
mi troco juvenil; sus flores rojas....
¡ Árbol que tanto amé !, te desarropas
de aquél tu verde sol que por vestido....
¡ Oh !, árbol generoso, si aún tendido
tu costado es más alto que otras copas,
si más sombra y cobijo dan tus hojas,
más consuelo tus ramas dan al nido.
No hubo viento capaz de desasirte,
ni rayo que rasgara tu firmeza,
ni otoño que lograra desflorarte...
Sólo tu corazón pudo abatirte,
tu coazón desnudo de corteza.....
Apriétalo y vuelve a levantarte.
MARCOS ANA
Poemas de la prisión y la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario