ES BUENO, amor, sentirte cerca de mí en la noche,
invisible en tu sueño, seriamente nocturna,
mientras yo desenredo mis preocupaciones
como si fueran redes confundidas.
Ausente, por los sueños tu corazón navega,
pero tu cuerpo así abandonado respira
buscándome si verme, completando mi sueño
omo una planta que se duplica en la sombra.
Erguida, serás otra que vivirá mañana,
pero de las fronteras perdidas en la nocche,
de este ser y no ser en que nos encontramos
algo queda acercándose en la luz de la vida
como si el sello de la sombra señalara
con fuego sus secretas criaturas.
PABLO NERUDA
1904-1973
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