Aquí esto expuesta como todos,
con una mano ya en el otro mundo,
con una suave cuerda en la garganta
que me dá música y me quita sangre.
Esto de escribir esto es horroroso,
-un día moriré de amar a alguien-,
lo llaman ser poeta y es ser santo,
nadie nos canoniza pero andamos,
con raras aureolas por las sienes,
por las noches a veces relucimos,
con invisibles seres conversamos,
apariciones múltiples tenemos
y dormimos sentados en la sala.
Nos despreciam los jefes, se nos ríen
detrás los empleados,
y los perros nos siguen por las calles.
Que yo tengo de santo y de mendigo
esto de amar a un ser sobre las cosas
esto de no tener nunca zapatos
y esto de que Dios baje por peinarme.
GLORIA FUERTES
Obras incompletas.
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