De profesión: fantasma.
Era alto y delgado y no tenía ojos,
para lo que hay que ver, decía.
Venía a visitarme con frecuencia,
nunca pude saber qué fue de vivo,
a veces me parecía hombre y a veces mujer.
Cantar cantaba.
Nunca se estaba quieto,
oscilaba su luz tan pronto debajo de la puerta
como en el techo, como en el pasillo;
se sentaba en todas las sillas de mi casa
y leía mi correspondencia,
salíamos a pisar hojas las tardes de otoño
luego le invitaba a cenar y en un descuido se bebía mi sueño,
entendía de arte y he de confesaros
que muchos de mis cuadros los hemos pintado entre los dos.
GLORIA FUERTES
Obras incompletas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario