sobre lágrimas, egos, haciendas.
Cuando labios sin ánima quieran quererte
al contado liquida la tienda.
No te pases un pelo de listo, no inviertas
en cristos, no te hagas el tonto.
Las hogueras a primera vista cuché
de revista, se apagan bien pronto.
El caballo de Atila no sabe trotar
sin hollar azulejos silvestres,
los vencejos con ánimo de molestar
coleccionan estatuas ecuestres.
Cosas de quita y pon,
mariposas de sangre marrón,
carnavales en los arrabales
de mi corazón.
La belleza es un rabo de nube
que sube de dos en dos las escaleras,
un carné exclusivo de socio
del pingüe negocio de la primavera,
un barril de cerveza que mata la sed,
un melón con pezón de sandía,
un espía enemigo, un contigo al revés,
un ombligo de bistería.
Cosas de quita y pon,
mariposas de sangre marrón,
no me quieras querer,
no me quieras matar, corazón.
Cosas de quita y pon,
mariposas de sangre marrón,
cardenales en los fuunerales
de mi corazón.
No permita la virgen que tengas poder.
JOAQUÍN SABINA
Dímelo en la calle 2002
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