Sé que llegará el día en que ya nunca
volveré a contemplar
tu mirada curiosa y asombrada.
Tan sólo en tus pupilas
compruebo todavía,
sorprendido,
la belleza del mundo
-y allí, en su centro, tú,
iluminándolo.
Por eso,ahora,
mientras aún es posible,
mírame mirarte;
meto todo tu asombro
en mi mirada,
déjame verte cuando tú me miras
también a mí,
asombrado
de ver por ti y a ti, asombra.
ÁNGEL GONZÁLEZ
La Primavera avanza.
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