Sensaciones encontradas cohabitan en mi cuerpo,
minutos malgastados mirando un reloj sin pulso.
Mi vida a la velocidad de la risa.
Mi piel completamente impermeable
a manos, bocas, ojos, a mi propio pensamiento.
Liberada de lo que me ata a mí misma,
encerrada en pedirte más.
Me he mirado al espejo y me he visto diferente.
Bailándole al azar,
encumbrando mi ahora,
descuidando el ritmo de mi aliento,
respirando sin empujones,
incapaz de emocionarme con medida,
de latir sin la plenitud de mis sentidos,
invitados de excepción
de todas mis citas.
VVANESA MARTÍN
Mujer Océano.
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