En mis brazos llegó a temblar como la duda de una vela.
Al despertar, humo y cera sobre la mesa.
No te engañé cuando te dije "no voy a quedarme".
De tu "acércate" nacieron escaladas y avanzadillas
que terminaron con la imagen de mi cuerpo entrelazado con el tuyo.
" No voy a quedarme."
Tienes obsesión por dejarme tu bandera entre mis senos.
No me hables de cariño,
ni seas delicado,
ni busques poesía en este encuentro.
No hay más.
No tendremos el futuro en el rellano de la escalera.
No volveré a verte
y tú ya no querrás hablarme.
VANESA MARTÍN
Mujer Océano.
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