Se me olvidó decirte que a la espera invitaba yo,
que ya era irreversible contener lo que me aguanto.
Dejando atrás las nuevas formas,
te escribo desde el otro lado,
desde que pienso en tí.
Desde que sabe de tus labios mi voluntad.
La pasión nos hizo la cobertura a modo de canción,
cuando sacabas lo mejor y lo peor de mí.
Todo resulta una sorpresa.
Vuelvo a crecer en tí y vuelves a arremangarte para cruzarme.
Desármame y dime que alguien te engañó.
No quieras conformarte con intenciones débiles.
Vamos a hacer del mundo algo más grande.
Hazme sentir que soy tuya sin piedad,
que tus ojos me rastrean entre miles,
que tienes la virtud de acelerar mi estúpica calma.
Huéleme, sonríe y quiéreme mañana.
VANESA MARTÍN
Mujer Océano.
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