Se desestabilizó la risa y vino a increparnos.
Quisimos guardar la apariencia,
fruncir el ceño,
perder el salto,
pero fueron las excusas más ex que nunca
y quedaron en los charcos
más reflejos que ganas de secarse.
VANESA MARTÍN
Mujer Océano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario