A primeros de enero de un año cualquiera,
con amores y nombres seleccionados,
con los huesos maduros a mitad de mi vida
me PROMETO solemne no sufrir demasiado.
Si me pegan, que peguen,
si me aciertan, me han dado,
y si pierdo en la Rifa,
será porque he jugado.
Me fastidian las penas,
me da alergia el enfado,
con el ceño fruncido
parezco un feto raro.
Año nuevo viuda nueva
( ¡Qué tópico más sano! )
Nueva luz ilumina
mi ascensor apagado
de subir a deshora
de escar comunicando,
de hacer la angustia en verso
de hacer el tonto en vano,
de sembrar mis insomnios
de tachuelas y clavos.
A mitad de mi vida
de par en par sonrisa y puerta abro,
- que no quiero acabar por los pasillos
con el corazón apilillado-.
PROMETO no volver
a ahogaros en mi llanto,
no volver a sufrir,
sin un motivo
muy justificado.
GLORIA FUERTES
Obras Incompletas.
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