Jamás te quise porque lo tuvieras en cuenta,
sé que el amor no espera recompensa.
Yo te ofrecí mi paz, mis horas
mi vino y mi despensa.
Como no lo esperaba fue sorpresa.
De una vez, en un día, en un momento
en un insulto
me lo pagaste así a tocateja.
GLORIA FUERTES
Es difícil ser feliz una tarde
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