En la oscura clandestinidad
como un monje solidiario y solitario
recito medio rosario
de poesía y pavor.
Primer misterio de amor: Gracias porque es otro Avemarina.
La vida es la maestra de mi vida Avemarina.
Costa gaviota soy tu devota.
Avemarina.
Yo no voy a la oficina.
Avemarina.
Ángeles revolotean
gratitud de vuestra sierva.
Que no reviente mi aorta es lo que importa.
Ave, ave matutina,
líbranos de la rutina.
GLORIA FUERTES
Mujer de verso en pecho, 61
No hay comentarios:
Publicar un comentario