Yo misma, os lo juro,
generosa e injusta
me condené a muerte.
Y después,
yo misma, crecida en luz
y con justicia atroz
me conmuté la pena
por cadena perpetua.
Cadena barata que llevo al cuello,
como podéis ver.
Cadena como abrazo vital
que me regaló mi propio verdugo.
GLORIA FUERTES
Mujer de verso en pecho.
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