Los hombres no supieron
que hubo hombres que escribieron para ellos.
-Y esto es feo-
Ni siquiera el Alcalde Berceo
ha leído a Berceo.
No engañaros.
Ningún pobre de América del Norte,
ningún minero
ha leído a Walt Whitman.
Ningún compañero,
ningún campesino
ningún obrero,
ha leído a Blas de Otero.
¡Neruda! Los esclavos de Chile
no saben de tus versos.
Y los inditos peruanos hambrientos,
no saben quién fue Cesar Vallejo.
GLORIA FUERTES
Mujer de verso en pecho.
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