Queridos viejecitos míos:
Hablar del pasado es como hacer trampa.
Yo he tenido unas piernas preciosas
y unos pechos divinos.
Todos hemos tenido
amores, dolores, éxitos o hijos.
Ahora estamos en la "sala de espera"
esperando ver al Doctor-Dios
que nos curará el reúma,
la vida y lo del riñón.
GLORIA FUERTES
Mujer de verso en pecho.
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