Perdemos horas, tardes, noches...
Perdemos ocasiones de estarnos.
Perdemos ocasiones de tenernos.
Abrimos las cancelas a los luminosos momentos
y los azuzamos para que escapen.
La realidad nos rodea de oportunidades suficientes
para saciar el tedio
y los ahuyentamos por una llamada telefónica,
por un organizar absurdo,
por el trabajo, por el negocio.
Perdemos ocasiones de tenernos
por ansias de tener....
Y apenas tenemos nada.
Y apenas tenemos perdón de Dios.
GLORIA FUERTES
Mujer de verso en pecho.
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