He salido a la vida profundamente,
y qué distinto todo de hace años.
¡ Qué cambiado el paisaje !
¡ Qué extrano el precipicio !
¡ Qué silencio en la voz que ayer me hablaba...
- qué soledad me ofrece en recompensa
quien casi se moría sin mis ojos-!
Con qué tranquilidad quien suplicaba...
Y yo, ¿ qué hago yo si estoy lo mismo ?
¿A dónde suelto estas palabras que me liman?
¡Cómo os fatiga amar, qué poco valéis!...
Qué quebradizo...
Qué poco de fiar resulta el fuego.
Qué poca fuerza tienen mis hermanos.
Qué ganas de llorar tengo y qué risa.
Qué ganas de dormir y de bastarme.
GLORIA FUERTES
POETA DE GUARDIA.
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