Con montones de nieve hice el contorno de tus letras,
edifiqué tu nombre en la altura;
luego salió el sol
y deshizo tu nombre convirtiéndole en agua.
Acabo de beber tu nombre en el único charco.
Tu nombre me persigue
inquilino en mi sombra;
desapareceré,
y él estará a mi lado.
GLORIA FUERTES
POETA DE GUARDIA
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