Alcaravanes llegan
a comer de tu risa.
Yo acaricio la cal
como si fuera un cuerpo....
Nada es sueño en el Sur,
sino realidad
morena y desvelada.
Abajo, el verde río,
los ojos destelleantes;
arriba, estrellas de oro
donde habitan hermanos indecibles;
en mí, glorificado,
cantando de hermosura,
tú, sin necesitar
que mi amor te embellezca.
Goza hoy, no descuides
obedecer tu encargo de alegría
antes de que la noche se desplome.
Y , cuando yo regrese,
erguido entre los cielos, entre los altos cielos,
me estarás aguardando.
ANTONIO GALA
Poemas de amor.
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