Quien urge aquí es la vida, no la inmortalidad:
la vida, breve y rápida,
con sus manos de arena.
Nos llama desde las verdes palmas,
desde el mar incitante,
desde las nalgas prietas y las negras pupilas.
"Ahora", nos dice, y tiende
su copa de ron claro
llena de ritmo y ansia.
Quien urge aquí es la vida, no el amor.
Y fugaces las caricias espesas,
el recíproco gozo
efímero y caliente,
la común aventura de la carne
bajo el árbol en flor.
Entre el aire impaciente,
bajo la sorda y muda tutela de los cielos,
quien urge aquí es la vida.
ANTONIO GALA
Poemas de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario