Allá en las tierras altas,
por donde traza el Duero
su curva de ballesta
en torno a Soria, entre plomizos cerros
y manchas de raídos encinares,
mi corazón está vagando, en sueños.....
¿No ves Leonor, los álamos del río
con sus ramajes yertos?
Mira el Moncayo azul y blanco; dame
tu mano y paseemos.
Por estos campos de la tierra mía,
bordados de olivares polvorientos,
voy caminando solo,
triste, cansado, pensativo y viejo..
ANTONIO MACHADO.
martes, 30 de abril de 2019
lunes, 29 de abril de 2019
CAMPOS DE SORIA IV
Las figuras del campo sobre el cielo¡
Dos lentos bueyes aran
en un alcor, cuando el otoño empieza,
y entre las negras testas doblegadas
bajo el peso del yugo,
pende un cesto de juncos y retama,
que es la cuna de un niño;
y tras la yunta marcha
un hombre que se inclina hacia la tierra,
y una mujer que entre las abiertas zanjas
arroja la semilla.
Bajo una nube de carmín y llama,
en el oro fluido y verdinoso
del poniente, las sombras se agigantan.
ANTONIO MACHADO.
Dos lentos bueyes aran
en un alcor, cuando el otoño empieza,
y entre las negras testas doblegadas
bajo el peso del yugo,
pende un cesto de juncos y retama,
que es la cuna de un niño;
y tras la yunta marcha
un hombre que se inclina hacia la tierra,
y una mujer que entre las abiertas zanjas
arroja la semilla.
Bajo una nube de carmín y llama,
en el oro fluido y verdinoso
del poniente, las sombras se agigantan.
ANTONIO MACHADO.
domingo, 28 de abril de 2019
CAMPOS DE SORIA III
Es el campo ondulado, y los caminos
ya ocultan los viajeros que cabalgan
en pardos borriquillos,
ya al fondo de la tarde arrebolada
elevan las plebeyas figurillas,
que el lienzo de oro del ocaso manchan.
Mas si trepáis a un cerro y veis el campo
desde los picos donde habita el águila,
son tornasoles de carmín y acero,
llanos plomizos, lomas plateadas,
circuitos por montes de violeta,
con las cumbres de nieve sonrosada.
ANTONIO MACHADO.
ya ocultan los viajeros que cabalgan
en pardos borriquillos,
ya al fondo de la tarde arrebolada
elevan las plebeyas figurillas,
que el lienzo de oro del ocaso manchan.
Mas si trepáis a un cerro y veis el campo
desde los picos donde habita el águila,
son tornasoles de carmín y acero,
llanos plomizos, lomas plateadas,
circuitos por montes de violeta,
con las cumbres de nieve sonrosada.
ANTONIO MACHADO.
sábado, 27 de abril de 2019
CAMPOS DE SORIA II
Las tierras labrantías,
como retazos de estameñas pardas,
el huertecillo, el abejar, los trozos
de verde oscuro en que el merino pasta,
entre plomizos peñascales, siembran
el sueño alegre de infantil Arcadia.
En los chopos lejanos del camino,
parecen humear las yertas ramas
como un glauco vapor -las nuevas hojas-
y en las quiebras de valles y barracas
blanquean los zarzales florecidos,
brotan las violetas perfumadas.
ANTONIO MACHADO.
como retazos de estameñas pardas,
el huertecillo, el abejar, los trozos
de verde oscuro en que el merino pasta,
entre plomizos peñascales, siembran
el sueño alegre de infantil Arcadia.
En los chopos lejanos del camino,
parecen humear las yertas ramas
como un glauco vapor -las nuevas hojas-
y en las quiebras de valles y barracas
blanquean los zarzales florecidos,
brotan las violetas perfumadas.
ANTONIO MACHADO.
viernes, 26 de abril de 2019
CAMPOS DE SORIA I
Es la tierra de Soria árida y fría.
Por las colinas y las sierras calvas,
verdes pradillos, cerros cenicientos,
la primavera pasa
dejando entre las hierbas olorosas
sus diminutas margaritas blancas.
La tierra no revive, el campo sueña.
Al empezar Abril está nevada
la espalda del Moncayo,
el caminante lleva en su bufanda
envuelto cuello y boca, y los pastores
pasan cubietos con sus luengas capas.
ANTONIO MACHADO.
Por las colinas y las sierras calvas,
verdes pradillos, cerros cenicientos,
la primavera pasa
dejando entre las hierbas olorosas
sus diminutas margaritas blancas.
La tierra no revive, el campo sueña.
Al empezar Abril está nevada
la espalda del Moncayo,
el caminante lleva en su bufanda
envuelto cuello y boca, y los pastores
pasan cubietos con sus luengas capas.
ANTONIO MACHADO.
jueves, 25 de abril de 2019
AL BORDE DEL SENDERO
Al borde del sendero un día nos sentamos.
Ya nuestra vida es tiempo, y nuestra sola cuita
son las desesperantes posturas que tomamos
para aguardar. Más Ella no faltará a la cita.
ANTONIO MACHADO
Ya nuestra vida es tiempo, y nuestra sola cuita
son las desesperantes posturas que tomamos
para aguardar. Más Ella no faltará a la cita.
ANTONIO MACHADO
miércoles, 24 de abril de 2019
SONETOS - I - LA PRIMAVERA
Más fuerte que la guerra -espanto y grima-
cuando con torpe vuelo de avutarda
el ominoso trimotor se encima
y sobre el vano techo se retarda,
hoy tu alegre zalema el campo anima,
tu claro verde el chopo en yemas guarda.
Fundida irá la nieve de la cima
al hielo rojo de la tierra parda.
Mientras retumba el monte, el mar humea,
da la sierena el lúgubre alarido,
y en el azul el avión platea,
¡cuán agudo se filtra hasta mi oído,
niña inmortal, infatibagle dea,
el agrio son de tu rabel florido!
ANTONIO MACHADO
cuando con torpe vuelo de avutarda
el ominoso trimotor se encima
y sobre el vano techo se retarda,
hoy tu alegre zalema el campo anima,
tu claro verde el chopo en yemas guarda.
Fundida irá la nieve de la cima
al hielo rojo de la tierra parda.
Mientras retumba el monte, el mar humea,
da la sierena el lúgubre alarido,
y en el azul el avión platea,
¡cuán agudo se filtra hasta mi oído,
niña inmortal, infatibagle dea,
el agrio son de tu rabel florido!
ANTONIO MACHADO
martes, 23 de abril de 2019
CAMPO
La tarde está muriendo
como un hogar humilde que se apaga.
Allá sobre los montes,
quedan algunas brasas.
Y ese árbol roto en el camino blanco
hace llorar de lástima.
¡Dos ramas en el tronco herido, y una
hoja marchita y negra en cada rama!
¿Lloras?.... Entre los álamos de oro,
lejos, la sombra del amor te aguarda.
ANTONIO MACHADO.
como un hogar humilde que se apaga.
Allá sobre los montes,
quedan algunas brasas.
Y ese árbol roto en el camino blanco
hace llorar de lástima.
¡Dos ramas en el tronco herido, y una
hoja marchita y negra en cada rama!
¿Lloras?.... Entre los álamos de oro,
lejos, la sombra del amor te aguarda.
ANTONIO MACHADO.
lunes, 15 de abril de 2019
ELEGÍA DE UN MADRIGAL
Recuerdo que una tarde de soledad y hastío,
¡oh tarde como tantas! el alma mía era,
bajo el azul monótono, un ancho y terso río
que ni tenía un pobre juncal en su ribera.
¡Oh mundo sin encanto, sentimental inopia
que borra el misterio azogue del cristal!
¡Oh el alma sin amores que el universo copia
con un irremediable bostezo universal!
Quiso el poeta recordar a solas,
las ondas bien amadas, la luz de los cabellos
que él llamaba en sus rimas rubias olas.
Leyó.... La letra mata: no se acordaba de ellos...
Y un día -como tantos-, al aspirar un día
aromas de una rosa que en el rosal se abría, brotó
como una llama la luz de los cabellos
que él en sus madrigales llamaba rubias olas,
brotó, porque su aroma igual tuvieron ellos...
Y se alejó en silencio para llorar a solas.
ANTONIO MACHADO
¡oh tarde como tantas! el alma mía era,
bajo el azul monótono, un ancho y terso río
que ni tenía un pobre juncal en su ribera.
¡Oh mundo sin encanto, sentimental inopia
que borra el misterio azogue del cristal!
¡Oh el alma sin amores que el universo copia
con un irremediable bostezo universal!
Quiso el poeta recordar a solas,
las ondas bien amadas, la luz de los cabellos
que él llamaba en sus rimas rubias olas.
Leyó.... La letra mata: no se acordaba de ellos...
Y un día -como tantos-, al aspirar un día
aromas de una rosa que en el rosal se abría, brotó
como una llama la luz de los cabellos
que él en sus madrigales llamaba rubias olas,
brotó, porque su aroma igual tuvieron ellos...
Y se alejó en silencio para llorar a solas.
ANTONIO MACHADO
domingo, 14 de abril de 2019
ORILLAS DEL DUERO
Se ha asomado una cigüeña en lo alto del campanario.
Girando en torno a la torre y al caserón solitario,
ya las golondrinas chillan.Pasaron del blanco invierno,
de nevascas y ventiscas los crudos soplos del infierno.
En una tibia mañana.
El sol calienta un poquito la pobre sierra sorina.
Pasados los verdes pinos,
casi azules, primavera
se ve brotar en los finos
chopos de la carretera
y del río. El Duero corre, terso y mudo,mansamente.
El campo parece, más joven, adolescente.
Entre las hierbas alguna humilde flor ha nacido,
azul o blanca. ¡Belleza del campo apenas florido
y mística primavera!
¡Chopos del camino blanco, álamos de la ribera,
espuma de la montaña ante la azul lejanía,
sol del día, claro día!
¡ Hermosa tierra de España !
ANTONIO MACHADO
Girando en torno a la torre y al caserón solitario,
ya las golondrinas chillan.Pasaron del blanco invierno,
de nevascas y ventiscas los crudos soplos del infierno.
En una tibia mañana.
El sol calienta un poquito la pobre sierra sorina.
Pasados los verdes pinos,
casi azules, primavera
se ve brotar en los finos
chopos de la carretera
y del río. El Duero corre, terso y mudo,mansamente.
El campo parece, más joven, adolescente.
Entre las hierbas alguna humilde flor ha nacido,
azul o blanca. ¡Belleza del campo apenas florido
y mística primavera!
¡Chopos del camino blanco, álamos de la ribera,
espuma de la montaña ante la azul lejanía,
sol del día, claro día!
¡ Hermosa tierra de España !
ANTONIO MACHADO
sábado, 13 de abril de 2019
CANTE HONDO
Yo meditaba absorto, devanando
los hilos del hastío y la tristeza,
cuando llegó a mi oído,
por la ventana de mi estancia, abierta
a una caliente noche de verano,
el plañir de una copla soñolienta,
quebrada por los trémolos sombríos
de las músicas magas de mi tierra.
....Y era el Amor, como una roja llama...
-Nerviosa mano en la vibrante cuerda
ponía un largo suspirar de oro,
que se trocaba en surtidor de estrellas-
....Y era la Muerte, al hombro la cuchilla,
el paso largo, torva y esquelética.
-Tal cuando yo era niño la soñaba-.
Y en la guitarra, resonante y trémula,
la brusca mano, al golpear fingía
el reposar de un ataúd en tierra.
Y era un plañido solitario el soplo
que el polvo barre y la ceniza avienta.
ANTONIO MACHADO
los hilos del hastío y la tristeza,
cuando llegó a mi oído,
por la ventana de mi estancia, abierta
a una caliente noche de verano,
el plañir de una copla soñolienta,
quebrada por los trémolos sombríos
de las músicas magas de mi tierra.
....Y era el Amor, como una roja llama...
-Nerviosa mano en la vibrante cuerda
ponía un largo suspirar de oro,
que se trocaba en surtidor de estrellas-
....Y era la Muerte, al hombro la cuchilla,
el paso largo, torva y esquelética.
-Tal cuando yo era niño la soñaba-.
Y en la guitarra, resonante y trémula,
la brusca mano, al golpear fingía
el reposar de un ataúd en tierra.
Y era un plañido solitario el soplo
que el polvo barre y la ceniza avienta.
ANTONIO MACHADO
viernes, 12 de abril de 2019
YO VOY SOÑANDO CAMINOS
Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡ Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿A dónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero....
-la tarde cayendo está-.
"En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día:
ya no siento el corazón".
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y debílmente blanquea,
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada,
quien te pudiera sentir
en el corazón clavada".
ANTONIO MACHADO
de la tarde. ¡ Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿A dónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero....
-la tarde cayendo está-.
"En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día:
ya no siento el corazón".
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y debílmente blanquea,
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada,
quien te pudiera sentir
en el corazón clavada".
ANTONIO MACHADO
jueves, 11 de abril de 2019
HORIZONTE
En una tarde clara y amplia como el hastío
cuando su lanza blande el tórrido verano,
copiaban el fantasma de un grave sueño mío
mil sombras en teoría, enhiestas sobre el llano.
La gloria del ocaso era un purpúreo espejo,
en un cristal en llamas, que al infinito viejo
iba arrojando el grave soñar en la llanura....
Y yo sentí la espuela sonora de mi paso
repercutir lejana en el sangriento ocaso,
y más allá, la alegre canción de un alba pura.
ANTONIO MACHADO
cuando su lanza blande el tórrido verano,
copiaban el fantasma de un grave sueño mío
mil sombras en teoría, enhiestas sobre el llano.
La gloria del ocaso era un purpúreo espejo,
en un cristal en llamas, que al infinito viejo
iba arrojando el grave soñar en la llanura....
Y yo sentí la espuela sonora de mi paso
repercutir lejana en el sangriento ocaso,
y más allá, la alegre canción de un alba pura.
ANTONIO MACHADO
miércoles, 10 de abril de 2019
TARDE TRANQUINA, CASI
Tarde tranquila, casi
con placidez de alma,
para ser joven, para haberlo sido
cuando Dios quiso, para
tener algunas alegrías.... lejos
y poder dulcemente recordarlas.
ANTONIO MACHADO
con placidez de alma,
para ser joven, para haberlo sido
cuando Dios quiso, para
tener algunas alegrías.... lejos
y poder dulcemente recordarlas.
ANTONIO MACHADO
martes, 9 de abril de 2019
POR TIERRAS DE ESPAÑA
El hombre de estos campos que incendia los pinares
y su despojo aguarda como botín de guerra,
antaño hubo raído los negros encinares.
talado de robustos robledos de la sierra.
Hoy ve sus pobres hijos huyendo de sus lares;
la tempestad llevarse los limos de la tierra
por los sagrados ríos hacia los anchos mares;
y en páramos malditos trabaja, sufre y yerra.
ANTONIO MACHADO.
y su despojo aguarda como botín de guerra,
antaño hubo raído los negros encinares.
talado de robustos robledos de la sierra.
Hoy ve sus pobres hijos huyendo de sus lares;
la tempestad llevarse los limos de la tierra
por los sagrados ríos hacia los anchos mares;
y en páramos malditos trabaja, sufre y yerra.
ANTONIO MACHADO.
lunes, 8 de abril de 2019
SUEÑO
Ayer soñé que veía
a Dios y que a Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía....
Después soñé que soñaba.
ANTONIO MACHADO
a Dios y que a Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía....
Después soñé que soñaba.
ANTONIO MACHADO
domingo, 7 de abril de 2019
PROFESIÓN DE FE
El Dios que todos llevamos,
el Dios que todos hacemos,
el Dios que todos buscamos
y que nunca encontraremos.
Tres dioses o tres personas
del solo Dios verdadero.
ANTONIO MACHADO
el Dios que todos hacemos,
el Dios que todos buscamos
y que nunca encontraremos.
Tres dioses o tres personas
del solo Dios verdadero.
ANTONIO MACHADO
sábado, 6 de abril de 2019
PRIMAVERAL
Nubes, sol, prado verde y caserío
en la loma, revueltos, Primavera
puso en el aire de este campo frío
la gracia de sus chopos de ribera.
Los caminos del valle van al río,
y allí, junto al agua, amor espera.
¿Por tí se ha puesto el campo ese atavío
de joven, oh invisible compañera?
¿Y ese perfume del habar al viento?
¿Y esa primera blanca margarita?
¿Tú me acompañas? En mi mano siento
doble latido; el corazón me grita,
que en las sienes me asorda el pensamiento:
eres tú quien florece y resucita.
ANTONIO MACHADO.
en la loma, revueltos, Primavera
puso en el aire de este campo frío
la gracia de sus chopos de ribera.
Los caminos del valle van al río,
y allí, junto al agua, amor espera.
¿Por tí se ha puesto el campo ese atavío
de joven, oh invisible compañera?
¿Y ese perfume del habar al viento?
¿Y esa primera blanca margarita?
¿Tú me acompañas? En mi mano siento
doble latido; el corazón me grita,
que en las sienes me asorda el pensamiento:
eres tú quien florece y resucita.
ANTONIO MACHADO.
viernes, 5 de abril de 2019
TAL VEZ LA MANO, EN SUEÑOS
Tal vez la mano, en sueños,
del sembrador de estrellas,
hizo sonar la música olvidada
como una nota de la lira inmensa,
y la ola humilde a nuestros labios vino
de unas pocas palabras verdaderas.
ANTONIO MACHADO
del sembrador de estrellas,
hizo sonar la música olvidada
como una nota de la lira inmensa,
y la ola humilde a nuestros labios vino
de unas pocas palabras verdaderas.
ANTONIO MACHADO
jueves, 4 de abril de 2019
SOÑÉ QUE TÚ ME LLEVABAS
Soñé que tú me llevabas
por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
hacia los montes azules,
una mañana serena.
Sentí tu mano en la mía,
tu mano de compañera,
tal vez de niña en mi oído
como una campana nueva,
como una campana virgen
de un alba de primavera.
¡Eran tu voz y tu mano,
en sueños, tan verdaderas!
Vive, esperanza, ¡quién sabe
lo que se traga la tierra!
ANTONIO MACHADO.
por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
hacia los montes azules,
una mañana serena.
Sentí tu mano en la mía,
tu mano de compañera,
tal vez de niña en mi oído
como una campana nueva,
como una campana virgen
de un alba de primavera.
¡Eran tu voz y tu mano,
en sueños, tan verdaderas!
Vive, esperanza, ¡quién sabe
lo que se traga la tierra!
ANTONIO MACHADO.
miércoles, 3 de abril de 2019
LA PLAZA Y LOS NARANJOS ENCENDIDOS....
La plaza y los naranjos encendidos
con sus frutoas redondas y risueñas.
Tumulto de pequeños colegiales
que, al salir en desorden de la escuela,
llenan el aire de la plata en sombra
con la algaraza de sus voces nuevas.
¡Alegría infantil en los rincones
de las ciudades muertas!...
¡Y algo nuestro de ayer, que todavía
vemos vagar por estas calles viejas!
ANTONIO MACHADO.
con sus frutoas redondas y risueñas.
Tumulto de pequeños colegiales
que, al salir en desorden de la escuela,
llenan el aire de la plata en sombra
con la algaraza de sus voces nuevas.
¡Alegría infantil en los rincones
de las ciudades muertas!...
¡Y algo nuestro de ayer, que todavía
vemos vagar por estas calles viejas!
ANTONIO MACHADO.
martes, 2 de abril de 2019
PRELUDIO
Mientras la sombra pasa de un santo amor,
hoy quiero poner un dulce salmo sobre mi viejo atril.
Acordaré las notas del órgano severo
al suspirar fragante del pífano de abril.
Madurarán su aroma las pomas otoñales,
la mirra y el incienso salmodiarán su olor;
exhalarán su fresco perfume los rosales
bajo la paz en sombra del tibio huerto en flor.
Al grave acorde lento de música y aroma,
la sola y vieja y noble razón de mi rezar
levantará su vuelo suave de paloma,
y la palabra blanca se elevará al altar.
ANTONIO MACHADO.
hoy quiero poner un dulce salmo sobre mi viejo atril.
Acordaré las notas del órgano severo
al suspirar fragante del pífano de abril.
Madurarán su aroma las pomas otoñales,
la mirra y el incienso salmodiarán su olor;
exhalarán su fresco perfume los rosales
bajo la paz en sombra del tibio huerto en flor.
Al grave acorde lento de música y aroma,
la sola y vieja y noble razón de mi rezar
levantará su vuelo suave de paloma,
y la palabra blanca se elevará al altar.
ANTONIO MACHADO.
lunes, 1 de abril de 2019
LA PRIMAVERA BESABA
La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.
Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil....
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.
Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recordaré-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
Hoy, en la mitad de la vida,
me he parado a meditar....
¡Juventud nunca vivida,
quien te volviera a soñar!
ANTONIO MACHADO
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.
Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil....
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.
Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recordaré-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
Hoy, en la mitad de la vida,
me he parado a meditar....
¡Juventud nunca vivida,
quien te volviera a soñar!
ANTONIO MACHADO
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