Esta noche de payasos,
no me hagáis mucho caso;
... me acosté con el pobre del farero;
he subido a la cumbre
del islote,
sin amarrar mi bote -a la deriva-.
Yo estaba hecha un volcán
y el mar estaba en calma...
tengo teas
--tea tengo
ardiendo
por el alma-.
Vean:
los tigres que tigrean
la pobre hipotenusa,
y la raya torcida
-el pez más difícil de amaestrar-.
Vean la llama acuática
-que sigue siendo llama-,
y aquí el enano lelo
que hasta sabe escupìr
Que lo vean bien estos señores,
Diógenes, acerca el candil.
GLORIA FUERTES
Poeta de Guardia
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