La sirenita saltando por la arena,
llegó a la escuela de la playa.
Niños, libros, mapas y pizarras.
La sirenita apoyó su cara en el cristal,
la maestra le invitó a pasar.
La sirenita asustada voló hacia el mar, sola,
y se escondió en la ola.
Con algas y con algo,
se hizo un vestido largo, largo,
para que le tapara la cola
y los pies que no tenía.
Saltando por la arena,
tocando dos conchas de castañuelas,
la sirenita entró en la escuela.
-La nueva anda muy rara-
dijeron sus compañeras.
-¡Cómo no voy a andar rara
si soy una sirena!
GLORIA FUERTES
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