Cuando apareciste
-aún era invierno-
el trueno que se armó en mi silencio.
Se revolucionaron mis manos
asaltaron tu cuerpo.
Fui agresiva hasta la ternura
conquisté el territorio de tu alma.
No hubo vencedores ni vencidos
nos abrazamos para siempre
juntando nuestras zonas.
GLORIA FUERTES
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