Cristales de tu ausencia acribillan mi voz,
que se esparce en la noche
por el glacial desierto de mi alcoba.
-Yo quisiera ser ángel y soy loba-.
Yo quisiera ser luminosamente tuya
y soy oscuramente mía.
Mi accidente será un buen epitafio:
Cuando una calle bajo el sol cruzaba,
de dolor -o de amor- es lo mismo,
murió desbaratada.
GLORIA FUERTES
No hay comentarios:
Publicar un comentario