EPITAFIO A UN ITALIANO LLAMADO JULIO
SONETO
Yace en aqueste llano
Julio el italiano,
que a marzo parecía
en el volver de rabo cada día.
Tú, que caminas la campaña rasa,
cósete el culo, viandante, y pasa.
Murióse el triste mozo malogrado
de enfermedad de mula de alquileres,
que es decir que murió de cabalgado.
Con palma lo enterraron las mujeres;
y si el caso se advierte,
como es hembra la M uerte,
celosa y ofendida,
siempre a los putos deja corta vida.
Luego que le enterraron,
del cuerpo corrompido
gusanos se criaron
a él tan parecidos,
que en diversos montones
eran, unos con otros bujarrones.
FRANCISCO DE QUEVEDO
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