En la casa blanca muere
la perdición de los hombres.
Cien jacas caracolean.
Sus jinetes están muertos.
Bajo las estremecidas
estrellas de los velones,
su falda de moaré tiembla
entre sus muslos de cobre.
Cien jacas caracolean.
Sus jinetes están muertos.
Largas sombras afiladas
vienen del turbio horizonte,
y el bordón de una gitarra
se rompe.
Cien jacas caracolean.
Sus jinetes están muertos.
Poema del cante jondo
Canciones
FEDERICO GARCÍA LORCA
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