(Pedro Salinas)
¡Qué dolor que te hayas ido.
sin haberte visto más,
como yo hubiera querido!
Amigo.
Antonio se fue. Y se fueron
también Miguel y Federico.
Con ellos tú también ahora.
Amigo.
Siéntate al pie de estos naranjos,
junto a estas barracas y ríos.
Dichosa sube la mañana.
Pero qué lejos, amigo.
Te escucho, alegre, en tus balcones.
Por las calles, alegre, te sigo.
Tu voz me canta como en sueño.
Pero, amigo, qué lejos, amigo.
Aquella tierra con nosotros
no fue lo buena que quisimos.
Cuántas cosas en ella dejamos.
Cuánto le dimos, amigo.
Algún día nos tendrá juntos
aquella pobre tierra,unidos.
Mientras, al pie de estos naranjos,
junto a estas barrac as y ríos,
descansa a mi lado, amigo.
Dichosa sube la mañana.
Siéntate junto a mí, buen amigo.
RAFAEL ALBERTI
(Baladas y canciones del PARANÁ)