Se fue ya Aitana. (Corre el tren,
y en él, aún más que el tren, Aitana,
repitiendo la lección de mañana.)
A los fenicios los llamaron
los carreteros de la mar.
Comerciar, sólo comerciar
era el oficio que inventaron.
Llegaron a Cádiz, un día,
después de pasar Gibraltar.
Hércules, que los vió llegar,
les concedió la factoría.
Luego de las costas de España,
pretendieron aún navegar.
Y acabaron abriendo un bar
en una aldea de Bretaña.
Lejos ya, Aitana. (Sigue el tren
corriendo, ya dormida Aitana,
aprendida la lección de mañana.)
RAFAEL ALBERTI
(Baladas y canciones del PARANÁ)
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