Me dijo un alba de la primavera:
Yo florecí en tu corazón sobrío
ha muchos años, caminante viejo
que no cortas las flores del camino.
Tu corazón de sombra, ¿acaso guarda
el viejo aroma de mis viejos lirios?
¿Perfuman aún mis rosas la alba frente
del hada de su sueño adamantino?
Respondí a la mañana:
Sólo tienen cristal los sueños míos.
Yo no conozco el hada de mis sueños;
ni sé si está en mi corazón florido.
Pero si aguardas la mañana pura
que ha de romper el vaso cristalino,
quizá el hada te dará tus rosas,
mi corazón tus lirios.
ANTONIO MACHADO.
Yo voy soñando caminos
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