Como casi todos los artistas
empecé a cantar de adolescente
en el coro de la parroquia
como empecé a fumar en el treinta y seis
para quitarme el hambre,
la voz se me fué a hacer puñetas
y me quedé en ronca poeta.
Ahora canto con la pluma
porque con tanto pitillo
ya no puedo cantar mi fandanguillo.
GLORIA FUERTES
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