Nevaba. Un viento daba bandazos.
Una pobre pedía limosna
con un niño en los brazos.
--Una limosnita para mi ñiño,
tiene hambre y está enfermo,
en esta noche de invierno.
Una señora le da una pela
y mira al niño envielto en una tela.
--¡ Qué morro¡ ¡Qué engaño !
Si es un muñeco, no es un crío.
--¿ Qué quiere, que saque al de verdad
con este frío?
(La señora no dijo ni pío).
GLORIA FUERTES
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