La plaza y los naranjos encendidos
con sus frutas redondas y risueñas.
Tumulto de pequeños colegiales
que, al salir en desorden de la escuela,
llenan al aire de la plaza en sombra
con la algaraza de sus voces nuevas.
¡Alegría infantil en los rincos
de las ciudades muertas!....
¡ Y algo nuestro de ayer, que todavía
vemos vagar por estas calles viejas!
ANTONIO MACHADO
Yo voy soñando caminos
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